Vi fotos de los implantes y me estremecí ante la idea de sustituir mis diminutos audífonos Phonak por algo tan llamativo.
Living the Life I Want with a Cochlear Implant and a Hearing Aid
jueves, enero 27, 2022
Hola, soy Nick Hamilton. Tengo 32 años y uso audífonos desde los tres. También tengo un implante coclear (IC). Así que he tenido la suerte de tener tanto un viaje con audífonos como un viaje con implantes cocleares. Para mí, estas dos experiencias se han complementado de muchas maneras. Espero que compartir mi experiencia pueda ser útil para alguien más que se embarque en un viaje similar.
Un diagnóstico a tiempo
Cuando era pequeño, era aparentemente muy abierto y hablador. Por eso, cuando empecé a retraerme y a quedarme callada hacia los tres años y medio, mis padres me llevaron rápidamente al médico. Fue entonces cuando descubrieron mi pérdida de audición progresiva. En ese momento, perdía audición a un ritmo de unos 10 decibelios por semana, sin que nadie me explicara por qué.
Mis padres empezaron inmediatamente a remover todas las piedras posibles, contactando con médicos de todo el país para concertar citas. El Dr. Charles Bluestone de Pittsburgh descubrió que yo padecía una enfermedad bastante inusual que requeriría una intervención quirúrgica experimental para detener la rápida pérdida de audición.
Afortunadamente, su instinto dio en el clavo y la operación funcionó. Así que, a los cuatro años, me pusieron audífonos. Siempre estaré en deuda con mis padres, que se sacrificaron durante años para llevarme a la logopedia, someterme a rondas de cirugía y soportar los altibajos de guiar a un niño a través de estos retos. El duro trabajo que realizaron me permitió llevar una vida "normal" y asistir a escuelas ordinarias, a pesar de que en aquel momento me diagnosticaron una pérdida de audición de moderada a grave en ambos oídos.
Empeoramiento de la pérdida de audición
Durante ese tiempo, también me aficioné a los deportes, especialmente al béisbol. Jugué como universitario en la Kent State University y luego como profesional en la organización de los Cleveland Indians (ahora los Guardians). Fue un sueño hecho realidad y estoy eternamente agradecido por haber tenido un sistema de apoyo tan bueno con mis padres, mi familia, mi audióloga, la Dra. Laura Brady, los otorrinolaringólogos y otras personas a lo largo del camino.
Sin embargo, una vez que terminé mi carrera en el béisbol, empecé a oír cada vez menos a medida que pasaban los años. En febrero de 2020, me dijeron que había llegado al límite de lo que los audífonos podían compensar y que era hora de plantearse seriamente los implantes cocleares.
Admito que al principio estuve absolutamente destrozado. Siempre había pensado en los implantes cocleares como el último recurso que esperaba evitar para siempre. Temía que la vida a la que me había acostumbrado se viera alterada de un modo que nunca podría revertir. Vi fotos de los implantes y me estremecí ante la idea de sustituir mis diminutos audífonos Phonak por algo tan llamativo. ¡Estaba aterrorizado!
Obtener un implante coclear
Afortunadamente, volví a contar con un gran sistema de apoyo que me ayudó a educarme y me aseguró que era un paso en la dirección correcta. En junio de 2020, me colocaron el implante en el oído derecho. Tres semanas más tarde me colocaron el procesador de sonido de Advanced Bionics y comencé el proceso de rehabilitación de inmediato.
Así que aquí van las buenas noticias: ¡no podría estar más contento con la decisión de colocarme el IC! Estoy muy impresionado con la tecnología punta de Advanced Bionics y con su personal. Siento que estaba muy preparado para este nuevo paso en mi vida gracias a toda la información y orientación que me proporcionaron mi sistema de apoyo y Advanced Bionics. Como cliente de Phonak de toda la vida, sabía que podía confiar en que Advanced Bionics sería la elección correcta. Nunca he oído mejor y deseo operarme también el otro oído cuando llegue el momento.
Una cosa que me sorprendió es lo activa que puedo seguir siendo con un IC. Sigo haciendo ejercicio o deporte unos seis días a la semana. AB me permite continuar con mi estilo de vida activo sin restricciones, algo por lo que estoy muy agradecido.
El implante es solo el principio
Y aquí viene la importante advertencia: la rehabilitación auditiva posterior a la implantación es tediosa. Pero creo que es sin duda el paso más importante. Como ex deportista que se ha lesionado varias veces, he pasado por el duro proceso de rehabilitación física de una lesión ortopédica. Es aburrido. Te sientas a hacer ejercicios básicos que, de alguna manera, logran a ser desafiantes y sorprendentemente aburridos al mismo tiempo. Sin embargo, cualquier atleta le dirá que un protocolo de rehabilitación adecuado hará o deshará su capacidad para volver a su funcionamiento anterior.
Es realmente un juego mental.
La rehabilitación de IC es increíblemente similar. Puede tener el mejor cirujano y la mejor tecnología en su oído, y no importará mucho si decide saltarse el trabajo necesario en los primeros 90 días tras la operación. Es realmente un juego mental.
Algunos días, todos los sonidos nuevos que oía e abrumaban y me agotaban. Otros días, la rehabilitación me aburría demasiado. Pero después de 90 días, mi audiólogo me dio un 98% de comprensión verbal. Teniendo en cuenta que antes de la operación rendía entre 30 y 40 con mis audífonos, el trabajo valió totalmente la pena.
Audición bimodal
Una cosa que me preguntan con frecuencia es: "¿Cómo se oye con un audífono en un oído y un implante en el otro?". Oír con una adaptación bimodal (con un audífono y un IC) sería realmente difícil sin la ayuda del procesador de sonido Naída de AB. El audífono no funciona con la misma claridad y calidad que un implante coclear para mi pérdida de audición. Sin embargo, se sincroniza con el IC para que mi cerebro pueda construir un paisaje sonoro con la entrada de ambos oídos. Esta sincronización me ha proporcionado una mejor dirección del sonido, calidad y más uniformidad en el sonido. Y lo mejor es que puedo transmitir conversaciones telefónicas y audio Bluetooth directamente a ambos oídos. Trabajo en un sector en el que las conversaciones telefónicas son muy importantes, y solía temer esa parte de mi trabajo. Es un gran alivio saber que ahora no me perderé nada cuando no esté hablando cara a cara con alguien.
Si tuviera que volver a hacerlo, no cambiaría nada. Es difícil no preguntarse si yo hubiera nacido hace 100 años y mi vida hubiera sido muy diferente. En lugar de estar indefenso, la tecnología actual me ha permitido a mí y a innumerables personas vivir una vida menos restringida. Me siento afortunado de haber recorrido este camino hasta llegar a este punto, y espero que mi historia pueda ayudar a tranquilizarte y decirte que no estás solo.
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