PB: Esto se remonta al inicio de AB cuando estábamos diseñando nuestros primeros implantes cocleares en 1991. A diferencia de lo que se había realizado anteriormente, queríamos crear un sistema con una ruta eléctrica que fuera bidireccional. En otras palabras, no solo queríamos enviar una señal hacia la cóclea, sino que también queríamos ser capaces de obtener información de vuelta, información que nos permitiera saber que el sistema estuviera funcionando.
Este es el inicio de la tecnología que, en la actualidad, permite a los audiólogos realizar pruebas de impedancia, las cuales comprueban la integridad de los electrodos cada vez que un usuario de implantes cocleares llega a la consulta para realizar un control. No obstante, solo realizamos estas pruebas en pacientes con IC probablemente una vez cada seis meses. No sabemos cómo está la cóclea en ese intervalo.