Cuando no pasé la prueba de audición de recién nacida, en el hospital les dijeron a mis padres que se trataba de una falla técnica.
What I'm grateful for
viernes, mayo 10, 2024
Soy Shirley Parrish, hija de Meng y Andrew Parrish. Mis padres se conocieron en la Universidad de Wisconsin, en Madison. Poco después de que mi padre se graduara, lo enviaron a trabajar a Asia.
Un descubrimiento de Año Nuevo.
El día más feliz de la vida de mis padres fue cuando nací hace diecisiete años en Shanghai, China. Yo era su primogénita y el centro de su mundo. Cuando no pasé la prueba de audición de recién nacida, en el hospital les dijeron a mis padres que se trataba de una falla técnica y que no debían preocuparse demasiado. Mis padres aceptaron la excusa y pensaron que yo era perfecta en todos los aspectos.
Sin embargo, la pesadilla ocurrió durante el Año Nuevo Chino de 2008. Es una tradición china encender fuegos artificiales y cuetes en la víspera del Año Nuevo chino Pero no me desperté ni presté atención a todo el ruido. Esto alarmó a mis padres sobre mi audición, y me llevaron a un especialista para que me hiciera más pruebas. El resultado de la prueba de audición no hizo más que confirmar el peor temor de mis padres. Me diagnosticaron una pérdida de audición profunda en ambos oídos.
Al día siguiente, mi padre nos puso a mí y a mi madre en el primer vuelo de regreso a Estados Unidos, donde recibí un examen completo en el Hospital Infantil de Wisconsin, en Milwaukee. Después de más pruebas y de seis meses de prueba con audífonos, decidieron que era una buena candidata para los implantes cocleares.
Oir con dos implantes cocleares
Mis padres investigaron a fondo las distintas marcas de implantes cocleares disponibles en aquel momento. Al final, se decidieron por Advanced Bionics, por varias razones. Con base en sus investigaciones, consideraron que AB disponía de la tecnología más avanzada1 para ayudar a las personas con pérdida de audición y era pionera en este campo. Contar con una base masiva de consumidores en el ejército estadounidense también garantizó el desarrollo de la empresa a largo plazo. AB tiene oficinas internacionales en todo el mundo, incluida Shanghai.
Me operaron del oído izquierdo cuando tenía unos veintidós meses. El segundo lado se realizó seis meses después. Mi madre aún recuerda claramente el día en que activaron mi implante coclear por primera vez y mis ojos se abrieron de par en par. Lloró.
Ponerse implantes cocleares fue solo el primer paso para oír. Y lo más importante, necesitaba rehabilitación del habla y auditiva. Tras consultar a mi audiólogo, mis padres decidieron que el inglés sería el primer idioma que aprendería. Por este motivo, nos trasladamos a EE.UU. y comenzamos un largo viaje de terapia auditiva y lenguaje.
Era una nueva etapa de mi vida, y un nuevo comienzo para que mis padres aprendieran a utilizar los productos de AB y se aseguraran de que oía lo mejor posible. Mi padre renunció a un puesto prometedor en China y se mudó a Missouri con nosotros. Recuerdo muchos viajes entre Wisconsin y Missouri para ver a mi audiólogo, y aún más viajes en coche para visitar a mi logopeda. Una terapeuta del lenguaje venía a mi casa una vez a la semana y también tenía sesiones de terapia de lenguaje en el kínder. Todos los viajes y el aprendizaje fueron muy aburridos e intensos en aquel momento. Pero poco a poco aprendí la lengua de señas para expresar mis necesidades y sentimientos. Empecé a pronunciar palabras y frases sencillas para comunicarme con la gente. En retrospectiva, veo cómo todos estos aburridos viajes en coche y las duras sesiones me han dado la oportunidad de oír y hablar igual que mis compañeros oyentes.
Doy gracias por ir a distintos países y poder aprender frases en distintos idiomas.
Agradecida
Estoy agradecido por mis implantes cocleares porque puedo escuchar a mis gatos ronronear y maullar mientras saltan a mi regazo, disfrutar de la música con un buen bajo y ritmos de todos los géneros, y oír ruidos pequeños como el canto de los pájaros, las campanas de las bicicletas y el susurro de las hojas. Doy gracias por ir a distintos países y poder aprender frases en distintos idiomas. Siento las vibraciones de los coches, pero también oigo los impresionantes sonidos de los motores.
Mis sonidos favoritos son sin duda las voces de la gente. Poder oír conversaciones y comprender el habla mediante implantes cocleares es asombroso. Agradezco poder comunicarme con mis amigos, charlar sobre las próximas películas de Hollywood, hablar de lo que hicimos el fin de semana y recapitular lo que vimos la clase anterior. Estoy muy agradecida por mis implantes cocleares, porque me permiten disfrutar de mi vida al máximo.
Recientemente, lo que fue una gran sorpresa fue la increíble introducción de la aplicación AB Remote. Me encanta que puedo revisar la batería de mi implante coclear desde mi teléfono. Me encanta cómo puedo conectar mis implantes cocleares a mi iPhone y a mi computadora de forma inalámbrica para poder escuchar videos de YouTube, películas, programas de televisión y música a través de mis implantes cocleares. Me encanta poder comprobar mis dispositivos y ajustar el volumen con la aplicación.
Desde nuestra experiencia, estos son algunos consejos que mis padres y yo damos a otras familias. Todo en la vida sucede por una razón, y debemos dejar que las cosas fluyan. Actuar siempre que podamos y agradecer las cosas que recibimos. Sea diligente con la rehabilitación del habla y la audición. Será un largo proceso, pero recuerde que es un maratón, no una carrera corta. Asegúrese de comunicarse y hablar con el niño todo el tiempo. No ponga límites: si el niño quiere aprender más de una lengua, deje que lo haga. Por último, ame y aprecie a sus hijos y apóyelos.
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