Información sobre la pérdida auditiva
La capacidad de oír es un proceso complejo que depende de que varias áreas del oído y del cerebro funcionen juntas en armonía.
El oído es responsable de captar los sonidos y de transmitirlos al cerebro para que los interprete. Este proceso involucra tres áreas independientes del oído: el oído externo, el oído medio y el oído interno. Cada uno de los sonidos que oye el niño se puede describir en cuatro dimensiones: nivel de sonido, tono, dirección y tiempo (cambios en las tres dimensiones anteriores de un momento a otro).
La pérdida auditiva se produce cuando hay una anomalía o daño en alguna de estas partes, lo cual afecta las cuatro dimensiones. Un audiólogo ayudará a identificar el problema y comenzará por realizar una prueba de audición.
¿Cómo está estructurado el oído?
La estructura del oído de su hijo está completamente formada en el momento del nacimiento y consta de tres secciones, cada una de las cuales desempeña un papel importante en la audición.
EL OÍDO EXTERNO actúa como un embudo que recoge las vibraciones sonoras y las conduce hacia el tímpano.
El OÍDO MEDIO amplifica las vibraciones sonoras y las conduce hacia el oído interno.
El OÍDO INTERNO contiene la cóclea con células sensoriales que convierten las vibraciones sonoras en impulsos neurales que se desplazan por el nervio auditivo.
Comprendiendo el audiograma.
Un audiograma es una representación gráfica de la capacidad auditiva de su hijo. Un niño con pérdida auditiva de leve a moderada (20-70 dB) puede tener dificultad para oír y comprender el habla suave, el habla a cierta distancia, e incluso, el habla a intensidad normal a poca distancia. Aquellos a quienes se les ha diagnosticado pérdida auditiva de severa a profunda (70-90+ dB) solo pueden oír ruidos intensos o percibir determinados ruidos intensos como vibraciones.
Su audiólogo determinará cuáles son las mejores opciones para su hijo en función del punto del audiograma en el que se encuentren los resultados de su hijo.
Comprendiendo la pérdida auditiva de su hijo
Cada niño es único. La pérdida auditiva puede afectar a cada niño de manera diferente. Existen cuatro factores diferentes (edad, grado, intervención y asistencia) que pueden determinar el impacto que la pérdida auditiva podría tener en la vida del niño.
EDAD
Los primeros años del niño son los más importantes para el desarrollo del habla y del lenguaje. Por lo tanto, el impacto es mayor en quienes nacen con pérdida auditiva o la presentan poco después de nacer.
GRADO
El grado de pérdida auditiva puede variar de leve a profunda. Cuanto mayor sea la gravedad, mayor será el impacto.
INTERVENCIÓN
Cuanto antes se identifique la pérdida auditiva del niño, y cuanto antes se le presten servicios de asistencia, mayor oportunidad tendrá de aprender el lenguaje hablado.
ASISTENCIA
Los niños con pérdida auditiva que reciben un tratamiento e intervención adecuados y a tiempo pueden crecer y desarrollarse igual que los niños con audición normal.
Tratamiento de la pérdida auditiva
Una vez que se ha diagnosticado la pérdida auditiva de un niño, es importante abordarla tan pronto como sea posible. El objetivo es minimizar los retrasos en el desarrollo y facilitar la comunicación, la educación, el desarrollo emocional y el social.
En el caso de los niños que presentan pérdida auditiva a mayor edad, los screenings y pruebas auditivas pueden identificar de manera eficaz la pérdida auditiva poco después de su aparición, lo que permite la intervención y limita su impacto.
Conocer sus opciones y las tecnologías.
Tras identificar la pérdida auditiva de su hijo, se le presentará a un equipo de expertos que responderán todas sus preguntas y lo ayudarán a decidir qué opción de tratamiento es la mejor para el niño.
Si bien los audífonos generalmente son una excelente solución para los niños con pérdida auditiva de leve a moderada, los implantes cocleares son la principal opción para quienes tienen pérdida auditiva de severa a profunda.2 Generalmente, a los niños que presentan signos de pérdida auditiva se les colocarán audífonos en primera instancia.
Su equipo de audiólogos realizará un seguimiento estricto del progreso de su hijo con los audífonos y determinará si es candidato a un implante coclear.
Cómo oír mejor en ambientes difíciles.
Escuchar con dos oídos ayuda considerablemente a los niños con la orientación espacial, lo que facilita percibir la dirección de la que provienen los sonidos, como la bocina de un automóvil que se acerca o un amigo que los llama en un patio de juegos. La audición con dos oídos también ayuda a los niños a oír mejor los sonidos en situaciones ruidosas; por ejemplo, durante el momento de juegos o durante el almuerzo en la cafetería.
Es por esto que la mayoría de las soluciones auditivas completas permiten el uso de ambos oídos. Estas soluciones podrían ser implantes cocleares en ambos oídos o un implante en un oído y un audífono compatible en el otro. Con Phonak y Advanced Bionics, obtendrán los beneficios de una tecnología que supera a otras opciones. Las tecnologías integradas de nuestros audífonos “conversan” entre sí a través de una señal inalámbrica que asegura que su hijo esté escuchando tanto de su entorno como sea posible.
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REFERENCIAS
1.
World Health Organization, Child Hearing Loss. Act Now, Here’s How! https://www.who.int/pbd/deafness/world-hearingday/WHD2016_Brochure_EN_2.pdf
2.
Eddins, David A. “Sandlin´s Textbook of Hearing Aid Amplification.”(2014):p.660
¿Sabía que...?
Las investigaciones muestran que los niños que nacen con sordera o que presentan pérdida auditiva en una etapa muy temprana, y que reciben intervenciones adecuadas en los primeros seis meses de vida, están al mismo nivel que sus compañeros con audición normal en cuanto al desarrollo del lenguaje a los 5 años de edad.1
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